Reseña: Como agua para chocolate de Laura Esquivel

Este libro me lo regalaron hace un par de años, pero no me había motivado a leerlo ya que cuando buscaba la sinopsis del libro siempre me salían cosas así:

"Un cuento de hadas, un romance de telenovela, un libro de cocina mexicana y una guía de remedios caseros amasados en uno"
                                                        -San Francisco Chronicle 

"Una novela mística, picante... Como agua para chocolate es un cuento sabroso que satisface"
                                                         -People

"Una mística historia de amor mexicana... (que) encanta al paladar y al corazón"
                                                         -USA Today


Y un montón de cosas así, después de un tiempo me rendí en la búsqueda y decidí leerlo sin información alguna pero siendo honesta no lo entendí quizás fue por la edad tenía unos 12 años, así que lo deje y no fue hasta hace unos días que me quede sin libros que leer y sin dinero para comprar libros así que fui hasta donde tengo los libros sin leer y tome justamente este libro y me alegro mucho de haberlo hecho.



La obra se centra en Tita y las relaciones con su familia, esta empieza contando el particular nacimiento de Tita y dando un resumen corto de sus años de vida, contando experiencias con sus hermanas: Rosaura y Gertrudis, y también haciendo mención de su estricta madre Mamá Elena que es como todos la llaman en el libro, esta cuando Tita nació no la pudo amamantar por lo cual Tita paso gran parte de su vida junto a la cocinera del rancho Nacha quien le dio de comer desde pequeña y le inculco el amor y la pasión por la cocina. La historia en sí comienza cuando Tita se enamora de Pedro y este amor se ve trinchado por la estúpida tradición familiar: la hija mas pequeña no puede casarse porque debe cuidar a su madre hasta el ultimo de sus días, pero lo peor de todo no es eso, sino cuando Pedro en busca de pasar más tiempo con Tita acepta la proposición de Mamá Elena de casarse con su hija Rosaura.

¿Cómo se sentirá Tita cuando se entere de esto? ¿Llegara Tita perdonar a Pedro alguna vez? ¿Llegara Pedro amar alguna vez a Rosaura? ¿Olvidará Tita a Pedro y buscara un nuevo amor o aceptará su triste destino? ¿Cómo terminará la historia de estos dos personajes? Todas estas fueron las preguntas que llegaron a mi mente al leer los dos primeros capítulos de esta obra.

En verdad no creí que me fuera a enganchar tanto ya que la primera vez que intente leerlo me aburrí, pero gracias a Dios que decidí darle una oportunidad, me encanto el estilo de escritura de la autora la forma en que presenta cada uno de los personajes, en especial a Tita la forma en que expresa la pasión de Tita por la cocina es sencillamente maravillosa y como mezcla la importancia de la cocina en toda la historia.

Creo que lo único que no me gusto  es que a veces se torna un poco tedioso eso de poner "recetas" siempre me saltaba esas partes me lo encontraba molesto, fuera de eso no tengo ningún otro punto negativo de esta novela, fuera de esto considero que es una de los libros clásicos que todos debemos leer.

"Mi abuela tenía una teoría muy interesante; decía que todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos encenderlos solos... necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de comida, música, caricia, palabra o sonido que engendre la explosión que encenderá uno de los fósforos. Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca."